martes, 21 de julio de 2015

EL CRECIMIENTO IMPARABLE DE LA OTRA FINANCIACIÓN: LOS CRÉDITOS RÁPIDOS

Con la crisis, son muchas las personas y familias que, ante la negativa de concesión de crédito por parte de las entidades financieras tradicionales, han tenido que recurrir a otro tipo de mecanismo para obtener la liquidez que necesitan. Las nuevas alternativas de financiación se han consolidado y cada vez son más las personas y familias que recurren al crédito no bancario como salida a sus problemas financieros.

Entre estas alternativas, la que más popularidad ha adquirido en los últimos años es, posiblemente, la posibilidad de obtener un crédito de forma rápida y sencilla a través de Internet. Se trata de los créditos rápidos, una idea importada de otros países que ha experimentado en España un importante crecimiento en los últimos años.

Varias son las razones que permiten explicar este fenómeno. Por un lado, la rapidez en la que las empresas conceden estos préstamos, en muchas ocasiones poco después de formalizar el registro y establecer cuáles son las necesidades de financiación del cliente y el plazo de devolución; por otro, el aumento en la competencia de empresas que ofrecen este tipo de créditos, que ha permitido una rebaja en el precio y una mejora en la calidad de este producto y, por último, pero no menos importante, la urgente demanda de liquidez que, ante la sistemática negativa bancaria, ha visto en los créditos rápidos una salida realmente atractiva.

De hecho, existe un tipo de crédito por cada tipo de cliente. Con los créditos rápidos, es posible acceder a financiación incluso si no disponemos de una nómina o si estamos en un listado de morosos como la ASNEF, algo que sería impensable para cualquier persona que fuese a solicitar un crédito a una entidad bancaria tradicional.

Pero, ¿y el precio? existe la creencia generalizada de que este tipo de financiación es mucho más cara que la tradicional, puesto que la TAE supera, en muchas ocasiones, el 20%. Sin embargo, con el desarrollo de las nuevas tecnologías, el panorama crediticio ha dado un giro de 180º. Si hasta hace relativamente poco tiempo, los créditos se concedían casi exclusivamente por teléfono, en la actualidad, con la inversión en infraestructuras tecnológicas, muchas empresas han conseguido desarrollar toda la gestión crediticia online, lo que ha supuesto un gran ahorro tanto en gestión de las infraestructuras como en personal. Las plataformas web gestionan sus créditos de forma autónoma y, por tanto, el proceso es mucho más rápido y barato que hace unos pocos años.

No obstante, siempre es interesante buscar y comparar entre los diferentes créditos para saber cuál es el más barato y el que mejor se adapta a nuestras necesidades. Existen multitud de comparadores en Internet que pueden facilitarnos esta tarea. El fenómeno de los créditos rápidos sigue creciendo, ¿hasta cuándo?