martes, 17 de noviembre de 2015

La economía frente a la incógnita del domingo

Como la historia suele repetirse, es apropiado repasar las elecciones presidenciales desde el regreso de la democracia en 1983 y la situación económica en el momento de cada votación, para ir anticipando la elección del próximo domingo.
Hay, lamentablemente, dos presidencias con resultados nefastos: la hiperinflación de Alfonsín (1989) castigó al oficialismo dando lugar al gobierno justicialista de Menem, y el colapso de la convertibilidad provocó la salida de De la Rúa en diciembre de 2001. En 2003, la economía estaba en franca recuperación y eso le permitió al candidato oficialista ser presidente.


La situación económica durante la presidencia de Néstor Kirchner, buena por cierto, posibilitó la asunción de su esposa en 2007. Ella misma alcanzó su reelección en 2011, después de dos años de crecimiento económico superior al 7% real anual. Está claro que después de la crisis de 2001 (recesión y fuerte desempleo), la población priorizó el impulso de la actividad económica y la creación de puestos de trabajo.

Antes también fue relevante 1995, cuando la crisis del "tequila" afectó al país, pero en el corto plazo, y Carlos Menem consiguió su reelección. Acá también es fácil notar cómo después de la hiperinflación nuestra sociedad premió la estabilidad.


Dejo para el final el año 1999, ya que considero que es muy útil para vislumbrar lo que puede pasar el domingo. Entonces el oficialismo justicialista cayó ante la oposición de la alianza del radicalismo y el Frepaso. ¿Cuál era el estado de la economía? Había estancamiento con un muy elevado desempleo, pero además el candidato peronista, Eduardo Duhalde, propuso salir de la convertibilidad, cuando la población quería la continuidad que sí garantizaba la Alianza. Ahora hay estancamiento, igual que en 1999, pero no sabemos si la sociedad valora de manera tan negativa la actual inflación, como antes lo hizo respecto del desempleo.Hasta ahora, la situación económica y el resultado de cada una de las elecciones estuvieron estrechamente vinculados, aunque seguramente existieron otras variables explicativas "no económicas" que ayudaron a quienes ganaron en las elecciones presidenciales, como el agotamiento de la ciudadanía por mandatos extensos de un mismo partido político.

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No se puede soslayar la escasez de dólares que hoy presenta el Banco Central, casi sin reservas internacionales "netas", que provoca una transición tensa en los distintos mercados de cambios que hoy tiene la Argentina. Lo que sí quedó evidenciado, luego de las PASO y de la primera vuelta, es que más del 60% de la población demanda cambio, todo un desafío para el oficialismo que, a diferencia de la oposición, tiene que evitar "restar" algo de lo ya conseguido.ß

Como la historia suele repetirse, es apropiado repasar las elecciones presidenciales desde el regreso de la democracia en 1983 y la situación económica en el momento de cada votación, para ir anticipando la elección del próximo domingo.

Hay, lamentablemente, dos presidencias con resultados nefastos: la hiperinflación de Alfonsín (1989) castigó al oficialismo dando lugar al gobierno justicialista de Menem, y el colapso de la convertibilidad provocó la salida de De la Rúa en diciembre de 2001. En 2003, la economía estaba en franca recuperación y eso le permitió al candidato oficialista ser presidente.

La situación económica durante la presidencia de Néstor Kirchner, buena por cierto, posibilitó la asunción de su esposa en 2007. Ella misma alcanzó su reelección en 2011, después de dos años de crecimiento económico superior al 7% real anual. Está claro que después de la crisis de 2001 (recesión y fuerte desempleo), la población priorizó el impulso de la actividad económica y la creación de puestos de trabajo.

Antes también fue relevante 1995, cuando la crisis del "tequila" afectó al país, pero en el corto plazo, y Carlos Menem consiguió su reelección. Acá también es fácil notar cómo después de la hiperinflación nuestra sociedad premió la estabilidad.

Hasta ahora, la situación económica y el resultado de cada una de las elecciones estuvieron estrechamente vinculados, aunque seguramente existieron otras variables explicativas "no económicas" que ayudaron a quienes ganaron en las elecciones presidenciales, como el agotamiento de la ciudadanía por mandatos extensos de un mismo partido político.

Dejo para el final el año 1999, ya que considero que es muy útil para vislumbrar lo que puede pasar el domingo. Entonces el oficialismo justicialista cayó ante la oposición de la alianza del radicalismo y el Frepaso. ¿Cuál era el estado de la economía? Había estancamiento con un muy elevado desempleo, pero además el candidato peronista, Eduardo Duhalde, propuso salir de la convertibilidad, cuando la población quería la continuidad que sí garantizaba la Alianza. Ahora hay estancamiento, igual que en 1999, pero no sabemos si la sociedad valora de manera tan negativa la actual inflación, como antes lo hizo respecto del desempleo.

No se puede soslayar la escasez de dólares que hoy presenta el Banco Central, casi sin reservas internacionales "netas", que provoca una transición tensa en los distintos mercados de cambios que hoy tiene la Argentina. Lo que sí quedó evidenciado, luego de las PASO y de la primera vuelta, es que más del 60% de la población demanda cambio, todo un desafío para el oficialismo que, a diferencia de la oposición, tiene que evitar "restar" algo de lo ya conseguido.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Otro golpe a las reservas del BCRA

El Gobierno pagará hoy con divisas de las reservas internacionales del Banco Central 250 millones de dólares correspondientes al segundo cupón anual de intereses del Bonar 2024, un título público denominado en moneda estadounidense y emitido bajo legislación argentina.
El pago de este bono, emitido como parte de la indemnización que el Gobierno le pagó a Repsol por la expropiación de YPF, impactará en el decreciente nivel de reservas de la autoridad monetaria, que el jueves pasado (último dato disponible) cayó a US$ 26.701 millones, la cifra más baja en más de nueve años. Al pago del bono habrá que sumarle, seguramente, las ventas de dólares que el BCRA viene haciendo para los demandantes de divisas, que la semana pasada superaron largamente los 100 millones de dólares por día.


El desembolso de US$ 250 millones llegará en un momento en que las reservas del Banco Central se encuentran en el menor nivel desde el 2 de agosto de 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner, cuando cerraron en 26.129 millones de dólares.

Al asumir la presidenta Cristina Kirchner, el 10 de diciembre de 2007, las reservas eran de US$ 45.566 millones, con lo que la pérdida en lo que va de su gestión es de US$ 18.865 millones, un retroceso del 41,4%.


El día de la asunción de la primera mandataria, la relación entre las reservas y la base monetaria era de 2,08 pesos por dólar, diez veces menos que la actual, de 21,01 pesos por dólar.

El Gobierno autorizó la emisión del Bonar 2024 en abril de 2014, por US$ 3550 millones, con una tasa de interés de 8,75% anual, con pago de intereses semestrales los días 7 de mayo y de noviembre de cada año hasta 2024.


El primer pago de intereses se realizó el 7 de noviembre de 2014 y continuará abonándose de ese modo hasta 2019, cuando comenzarán a amortizar capital seis cuotas, las primeras cinco de 16,66% y la restante de 16,70%.

El Bonar2024, cuya emisión fue ampliada en varias oportunidades por el Gobierno, quedó en la mira de los fondos buitre que mantienen una batalla judicial contra el país, ya que consideran que se trata de una colocación internacional, a pesar de estar denominado bajo ley doméstica. La ofensiva de los acreedores es liderada por el fondo NML, que procura que el pago de los intereses de este título público también sea bloqueado por el juez estadounidense Thomas Griesa.

jueves, 5 de noviembre de 2015

El Tesoro Público logra colocar 3.416 millones

El Tesoro Público logra colocar 3.416 millones
El Tesoro Público ha logrado colocar 3.416 millones de euros en la emisión de bonos y obligaciones llevada a cabo este jueves. El organismo ha recortado los intereses en los títulos a 10 y 30 años, si bien los ha incrementado en los bonos ligados a lainflación, cuya subasta no se realizaba desde el pasado mes de mayo, y que continúan con tipos negativos.
El Tesoro Público ha vendido 2.599 millones en bonos a 10 y 30 años, una subasta en la que esperaba captar entre 2.000 y 3.000 millones, y 817 millones en la subasta del bono a 5 años ligado a la inflación, en la que esperaba captar entre 500 y 1.000 millones. La demanda total de las dos subastas ha sido alta y ha superado los 7.730 millones.
En concreto, el Tesoro Público ha emitido 1.566,81 millones de los 3.746 millones que han pedido los inversores en obligaciones a 10 años con cupón del 2,15% y vencimiento a 31 de octubre de 2025. De esta forma, la demanda de este papel ha superado en 2,4 veces lo vendido, algo más que en la subasta de octubre (2,2 veces en la anterior ocasión).
Los intereses del papel a 10 años han caído respecto al mes pasado, aunque de forma moderada. Así, el tipo medio ha pasado del 1,767% registrado en octubre al 1,746% actual, mientras que el marginal ha caído al 1,754% desde el 1,778% anterior.
Por otro lado, el Tesoro Público ha vendido 1.032,15 millones de los 1.717 millones que ha solicitado el mercado en obligaciones a 30 años con cupón del 5,15% y vida hasta el 31 de octubre de 2044. Así, la demanda ha superado en 1,7 veces lo emitido, algo menos que en septiembre (2,2 veces).
En este caso, los intereses han caído de forma más pronunciada y se han quedado por debajo del 3%. En concreto, el tipo medio ha pasado del 3,217% del pasado mes de septiembre al 2,884% actual, mientras que el marginal ha caído al 2,895% desde el 3,227% anterior.
Finalmente, el Tesoro ha colocado 817 millones de los 2.267 millones que querían los inversores en la subasta de bonos a 5 años ligados a la inflación, con cupón del 0,55% y vencimiento a 30 de noviembre de 2019. De hecho, la demanda ha superado en 2,8 veces lo vendido (1,7 veces en la pasada subasta de mayo).
Al contrario que las otras dos referencias, los intereses de este papel han subido respecto a mayo, pero siguen en terreno negativo. Así, el tipo medio ha pasado del -0,286% al -0,251% y el marginal del -0,250% al -0,200%.
Ésta es la primera subasta del mes de noviembre, después de que el Tesoro cerrara octubre colocando 14.399 millones en el mercado. A lo largo del mes el organismo celebrará tres subastas más, dos de letras y una de bonos y obligaciones.
Desde enero, el Tesoro Público ha obtenido 129.500 millones de euros, lo que supone el 93,2% del total que pretende lograr en todo 2015 (139.000 millones de euros). Respecto al coste medio de la deuda del Estado a la emisión, era del 0,87% al término del pasado mes de octubre, en contraste con el 0,52% alcanzado al final de 2014.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Los bancos griegos podrían necesitar 14.400 millones

Los bancos griegos podrían necesitar 14.400 millones
El Banco Central Europeo (BCE) ha concluido que los cuatro principales bancos griegos tienen unas necesidades de capital adicional de entre 4.400 millones y 14.400 millones de euros.
En caso de que las variables económicas evolucionen de forma normal (escenario base), las necesidades ascienden a 4.400 millones de euros, mientras que los requerimientos sumarían hasta 14.400 millones si se produce una evolución negativa (escenario adverso).
El BCE informó que los cuatro bancos sistémicos –Banco Nacional de GreciaBanco del PireoAlpha Bank y Eurobank– tienen hasta el próximo 6 de noviembre para explicar sus planes para afrontar estas necesidades.
Una vez facilitados estos datos, podrá comenzar el proceso de recapitalización que deberá concluir antes de finales de año.
En concreto, los cálculos del BCE parten del supuesto de que el Alpha Bank necesitará 263 millones de euros en el escenario base y 2.743 millones de euros en el adverso.
Las necesidades del Eurobank son de 339 millones de euros en el escenario base y 2.122 millones de euros en el desfavorable.
En el caso del Banco Nacional de Grecia, el BCE sitúa la falta de capital en 1.576 millones de euros en el escenario base y de 4.600 millones en el adverso.
Para el Banco del Pireo son 2.213 millones de euros las necesidades en el escenario de referencia y 4.933 millones de euros en el adverso.
El organismo presidido por Mario Draghi toma como punto de partida la base de que los cuatro institutos financieros podrán cubrir por sus propios medios, mediante ampliaciones de capital y emisiones de bonos convertibles, el mínimo calculado por el BCE.
El Banco Central Europeo ha informado que los fondos necesarios para el escenario adverso serán aportados por el Fondo Helénico de Estabilidad Financiera (FHEF).