martes, 22 de noviembre de 2016

La baronesa Thyssen convoca a los suyos en el Hotel Westin

La pintora porteña Mercedes Lasarte presentó este martes en Valencia su nueva exposición itinerante. La indiscutible protagonista, sin embargo, fue Tita Cervera. Las dos amigas unidas por la pintura —una ha posado innumerables veces para la otra— y por su pertenencia a la jet set internacional se dejaron rodear de buena parte de la alta sociedad y el mundo de la cultura locales. En medio de un inmejorable marco que brindó el exquisito hotel de lujo internacional Westin, con camareros que no dejaban de pasear fuentes con foie, vinos selectos y sabrosísimo sushi, se dio por inaugurada una muestra que viene de la mano de la exclusiva firma Art Wanson (radicada, cómo no, en Marbella). Son cuadros que cantan a la dulzura, la paz y la alegría de vivir. A todo tren, claro.


Los cuadros de Lasarte se llevan muy bien con la decoración de las casas de Tita y su estilo 'Marco Polo'
GUILLERMO SOLANA, DIRECTOR ARTÍSTICO DEL MUSEO THYSSEN- BORNEMISZA

"Conocí a Mercedes Lasalle hace más de 30 años en California, mientras ambas aprendíamos a jugar al tenis en un club de Bel-Air ", comenzó a narrar la excelentísima baronesa Thyssen, como fue presentada, —Carmen, y hasta Tita, Cervera en su denominación de soltera—, justo después de disculparse por su retraso de más de media hora. Los periodistas gráficos se habían visto sorprendidos por la fulgurante entrada de la filántropa, que llegó evitándoles por una de las puertas laterales del hotel, pero ya abarrotaban la sala de prensa junto a sus compañeros plumillas y flasheaban sin cesar la estancia.
Como bien explica el comisario de la exposición y director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, Guillermo Solana, la carrera de Mercedes Lasarte "ha estado vinculada a lugares como Beverly Hills y Palm Beach, Punta del Este y, por supuesto, Marbella". Sus obras ocupan con presencia "abrumadora" las paredes de las casas de Tita, "donde colgaron los cuadros de Corot y Monet, Van Gogh y Matisse, Picasso y Hopper". Además, recuerda Guillermo, sus lienzos "se llevan muy bien con la decoración de las casas de Tita", con un exótico estilo que a ella le gusta denominar como Marco Polo, "delicioso e ideal", según el comisario.

Pues sí, los cuadros de Lasarte, que beben directamente del impresionismo y el fauvismo, evocan con sus vivos colores —que los acercan al 
pop— la dolce vita de la beautiful people. Hípica, polo, familia y amigos son algunos de los temas tratados. No en vano, Lasalle ha retratado "momentos inolvidables" de la baronesa y su familia: el ya fallecido Barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, o sus hijos, Borja, Carmen y Sabina.

De nuevo, revuelo y precipitación entre los gráficos al conocer que también había hecho acto de presencia la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Lo que vino después fue una divertida escena propia de los mismísimos hermanos Marx, en la que los camarógrafos danzaban alrededor del trío de ases (Rita, Tita y Mercedes), que se iban posicionando junto a o enfrente de algunos de los cuadros. Los esforzados periodistas se apretujaban para conseguir un buen plano para terror de los lienzos, o salían para grabar al otro lado de la cristalera. Las retratadas, como marca el canon frente a la cámara, sonreían afablemente sin terminar de hablar de nada en concreto.

'Lounge' y sushi en el jardín tropical

Fuera, los invitados departían apaciblemente al calor de la cuidada y débil iluminación del jardín tropical del Westin, asediados sin cesar por bandejas con copas de vino y fuentes de sushi —realmente bueno y variado— y macarons de foie y algunos dulces selectos.


Hay gente que necesita huir del peso de lo cotidiano
UNA DE LAS INVITADAS AL CÓCTEL

Mari Sales Castañer, una muy digna y septuagenaria señora, aseguraba no entender del todo el sentido de los cuadros, "su dirección". "Lo más maravilloso es la luz, y si no, que mire a Sorolla", aseguró decidida para comparar al ilustre valenciano con la obra de la argentina Lasarte.
Santiago Grisolía —desde mayo de 2014, y en muestra del Real aprecio del entonces monarca, Juan Carlos I, Marqués de Grosolía—, presidente del Consell Valencià de Cultura, aseguraba que, aunque no seguía mucho la obra de Lasarte, estaba "contento" de haber estado allí.
Así, el distinguido respetable, en el que se mezcló aristocracia con cultura, negocios y sector financiero, se dejó mimar el resto de la velada por el saxo de un músico que regalaba con delizadeza música lounge encima de un playback. Como diría una de las presentes, responsable de los macarons de foie, "hay gente que necesita huir del peso de lo cotidiano".