viernes, 28 de febrero de 2014

Central amplió el uso de líneas productivas

El Banco Central decidió ayer ampliar los destinos que pueden darles los bancos a los préstamos que deben volcar obligatoriamente a las empresas por una exigencia oficial.
El Banco Central decidió ayer ampliar los destinos que pueden darles los bancos a los préstamos que deben volcar obligatoriamente a las empresas por una exigencia oficial, llamadas líneas de inversión productiva (LCIP), en un esfuerzo por apuntalar la floja dinámica y los crecientes costos que mostraban algunos instrumentos de financiamiento que suelen tomar las compañías más pequeñas. Por una resolución que aprobó ayer en su reunión de directorio semanal, las entidades podrán aplicar una parte de los fondos de este programa al descuento de cheques de pago diferido.
Sucede que, con la fuerte absorción de pesos y el impulso a las tasas, ya había comenzado a sentirse a pleno en el mercado crediticio. Si bien ninguna línea se cortó, fue notorio el acortamiento de plazos para financiar capital de trabajo por parte de los bancos y en todos los casos hubo fuertes incrementos de costos para las empresas. En promedio, las subas oscilaron en las últimas semanas entre los seis y los siete puntos porcentuales en comparación con los niveles vigentes en noviembre, es decir hace apenas tres meses.
"Con el objeto de facilitar el acceso al crédito de corto plazo para las pequeñas y medianas empresas a tasas favorables, el BCRA dispuso que las entidades financieras podrán otorgar a este destino hasta un 10% en marzo y hasta un 10% en abril de su cupo previsto para el primer semestre de 2014. Ambos porcentajes no son acumulables entre sí, informó ayer el comunicado del organismo.
La entidad determinó que, asimismo, las entidades deberán mantener vigente el saldo de cartera por estas nuevas financiaciones hasta el 30 de junio, de manera que si los plazos utilizados para el descuento de cheques de pago diferido fueran menores, deberá completarse con otras operaciones hasta alcanzar esa fecha. De lo contrario, la operación no computará para el cumplimiento del cupo.
Los aumentos del costo crediticio resultaron mucho más notorios en líneas de mediano plazo destinadas a individuos, por ejemplo financiamiento del saldo de la tarjeta de crédito (en promedio los bancos cobran entre un 70% y el 80% anual) y préstamos personales. Estas subas no fueron tan marcadas en lo que respecta al segmento corporativo, pero se trata indudablemente de un costo que aumentó sensiblemente y se hará sentir en los balances de las compañías.
Uno de los indicadores más sensibles es el de adelantos en cuenta corriente con acuerdo de sobregiro para empresas de primera línea. Para plazos de 1 a 7 días (o sea los más cortos), la tasa se ubica en el orden del 26% anual, según los últimos datos publicados por la entidad que conduce Juan Carlos Fábrega. Se trata de un aumento notorio respecto del 20,4% que las entidades cobraban a las empresas hace sólo tres meses. Y se estima que este rendimiento no llegó a su techo.
Dado que es posible que en marzo se produzcan nuevos ajustes en las tasas de cortísimo plazo, la nueva normativa del Central servirá oportunamente como un paliativo. La tasa de interés a aplicar para los cheques de pago diferido será del 17,5% anual, la misma que registra esta línea crediticia para el resto de los destinos.
El BCRA estima que la LCIP permitirá que durante el primer semestre de este año se vuelquen al crédito para la inversión un total de $ 23.000 millones, mejorando las posibilidades de financiamiento del sector productivo con especial focalización en las pequeñas y medianas empresas. 
Fuente: Ambito